Uso terapéutico de los ultrasonidos

A principios de la presente década se habían reunido suficientes evidencias experimentales como para pensar que la aplicación de ultrasonidos sobre una arteria obstruida por un coágulo podía potenciar el efecto de los fármacos fibrinolíticos administrados y mejorar sensiblemente las probabilidades de conseguir una recanalización efectiva. Se había demostrado que los ultrasonidos producían una disgregación reversible de la fibrina, potenciando la penetración del fármaco fibrinolítico en la malla y multiplicando las posibilidades de actuación de éste, pero existían dudas razonables acerca de la seguridad del procedimiento. Parecía evidente que una baja frecuencia ultrasónica permitiría proyectar una mayor cantidad de energía sobre el trombo, pero se desconocía si la monitorización prolongada a frecuencias bajas reuniría las necesarias condiciones de inocuidad.

El ensayo TRUMBI (ver) ofreció las primeras respuestas: los investigadores seleccionaron frecuencias de 300 KHZ que se proyectaban sobre el trombo durante la administración del tPA a dosis estándar y durante 30 minutos más (90 minutos en total). El ensayo debió ser precozmente interrumpido tras 26 pacientes enrolados, al detectarse una tasa de hemorragias sintomáticas del 36% en el grupo tratado, sin evidencia de beneficio en forma de recanalización temprana o de acuerdo con parámetros clínicos.

Por el contrario, el estudio CLOTBUST utilizó ultrasonidos a frecuencias diagnósticas (2MHz) y marcó un hito en la historia de la llamada sonotrombolisis o trombotricia, al demostrar que la monitorización ultrasónica con frecuencias diagnósticas, realizada en paralelo al tratamiento fibrinolítico convencional, era completamente segura y además aumentaba de manera significativa la tasa de recanalizaciones arteriales conseguidas (ver).

La última vuelta de tuerca en el desarrollo de la sonotrombolisis ha sido la potenciación de la recanalización mediante la adición de microburbujas gaseosas. Las microburbujas son pequeñas microesferas rellenas de aire o gas que se han utilizado clásicamente como agentes de contraste ultrasonográfico. La aplicación de los ultrasonidos sobre ellas redunda en una progresiva absorción de energía que culmina en la explosión de la burbuja con la consiguiente liberación energética. En humanos, se había demostrado que las propiedades sinérgicas de ultrasonidos y microburbujas podían utilizarse para recanalizar injertos de diálisis trombosados.

Con estos antecedentes, el grupo de investigadores de la Unidad Neurovascular del Hospital Vall d'Hebrón, demostró hace unos meses (ver) que la administración de microburbujas (utilizaron el preparado comercial Levovist) aceleraba significativamente la recanalización inducida por ultrasonidos, consiguiendo un mayor porcentaje de recanalizaciones completas y una tendencia hacia un mejor pronóstico clínico.

Actualmente se está desarrollando el ensayo contolado multinacional NANOART que intentará replicar estos resultados con nanoburbujas de perflutreno (ver)

Valores de normalidad de la reactividad vasomotora

Este estudio, basado en los resultados de los tests Breath Hold Index e Índice de Apnea en 113 pacientes sin enfermedad cerebrovascular conocida, describe los valores de normalidad de la reactividad vasomotora y proporciona una tabla con los valores de reactividad medios, percentil 5 y percentil 95 para cada grupo de edad (ver, requiere registro en la revista, gratuíto).

Simulador DTC


El Simulador de Doppler Transcraneal (DTC) es un programa de simulación de la circulación cereberal que reproduce los flujos arteriales tal como pueder ser vistos por DTC. Incluye modelos para las formas más comunes de enfermedad cerebrovascular y maniobras diagnósticas. Recientemente ha sido implementado con un visor 3D. Puedes descargar gratuítamente la versión demo tras rellenar un sencillo formulario (descargar).

Assessment: transcranial Doppler ultrasonography

En el año 1990 la revista Neurology publicó una amplia revisión de las aplicaciones y posibilidades del Doppler transcraneal, basándose en una extensa investigación de la bibliografía disponible entonces. La firmaba un Therapeutics and Technology Assessment Subcommittee de la Academia Americana de Neurología, integrado por algunos de los neurosonólogos más prestigiosos del momento.

La creciente experiencia con esta técnica y la evolución tecnológica obligaron a actualizar la revisión en el año 2000 y posteriormente en el año 2004. A través de los siguientes vínculos se puede acceder o descargar la última versión de esta revisión:
  • presentación en formato power point (ver)
  • tabla resumen en formato .pdf (ver)
  • artículo en formato .pdf (ver1) (ver2)

Modo M

Gráfico explicativo del modo M.

Efecto de la edad sobre la incidencia de vasoespasmo y velocidad de flujo en la HSA

Los pacientes ancianos presentan una menor incidencia de vasoespasmo cerebral y éste se produce a velocidades más bajas en las HSAs que en los pacientes jóvenes (ver).

Diagnóstico del vasoespasmo de la arteria basilar

En este estudio se demuestra la validez del índice de flujo "Basilar/Vertebral extracraneal" para discriminar entre vasoespasmo basilar e hiperemia por vertebrales (ver).

Efecto de la presencia de colaterales y reactividad vascular cerebral en el pronóstico de pacientes con estenosis carotídea.

Estudio prospectivo de pacientes con estenosis carotídea en los que se evaluó la reactividad vascular cerebral (RVC) a la apnea (Breath Holding Index) y la presencia de las colaterales intracraneales demostrando que el riesgo de reinfarto en el territorio dependiente de la carótida estenosada aumentaba a un 32% anualmente en el grupo de pacientes con mala RVC y ausencia de colaterales (ver).

Hiponatremia y vasoespasmo cerebral en la HSA

En pacientes con hemorragia subaracnoidea la presencia de hiponatremia se asocia a mayor riesgo de presentar vasoespasmo, tal como se ha demostrado por doppler transcraneal en este estudio (ver).

Vasorreactividad cerebral y deterioro cognitivo en la Enfermedad de Alzheimer

En un trabajo publicado en la revista Stroke (ver) se estudia prospectivamente el grado de deterioro cognitivo medido mediante el MMSE y la escala ADAS-Cog así como la vasorreactividad cerebral a la hipercapnia en pacientes con Enfermedad de Alzheimer encontrándose una correlación entre deterioro cognitivo y disminución de la reactividad vascular por disfunción en la microvasculatura cerebral.